El reciclaje de plástico es uno de los sectores que más ha crecido en los últimos años, gracias a su profesionalidad y a su continua apuesta por la innovación.

El reciclaje de plástico en España avanza favorablemente aunque todavía queda mucho camino por recorrer. En 2021 cada ciudadano recicló 14,3 kg de envases de plásticos procedentes del hogar, 10 veces más de lo que se hacía en el año 2000. Además, y según un estudio de Cicloplast, la aportación de envases a los contenedores amarillos ha crecido un 34,6% en el último lustro. A pesar de la importancia de estas cifras, todavía circulan ciertas leyendas urbanas que sirven para autojustificarse a aquellos que todavía no reciclan. Sin embargo, es posible desmentir cualquiera de ellas aportando datos sobre un sector, el del reciclaje, que ha demostrado con creces su profesionalidad y su compromiso a lo largo de los últimos años.

“Para qué separar los envases si al final todo se mezcla”

Desde que los camiones de recogida juntan la basura en el mismo contenedor hasta que todos los productos acaban en un único vertedero. La leyenda urbana sobre que los materiales que se reciclan no se separan tiene diferentes versiones aunque todas ellas carecen de fundamento.

En España, se reciclaron 677.000 toneladas de plástico doméstico en 2021, un 10% más que el año anterior

En el caso de los vehículos que llevan a cabo la recogida de distintos productos, todos ellos disponen de diferentes compartimentos por lo que pueden realizan la recolección de manera simultánea sin que los productos se mezclen en ningún momento. De este modo, se mejora la eficiencia del servicio ahorrando tiempo y reduciendo el consumo de gasolina, con lo que se consigue un menor impacto medioambiental. Además, periódicamente son revisados para garantizar que pueden llevar a cabo esta actividad garantizando un alto estándar de calidad.

En relación a las plantas de reciclaje, cada una de ellas cuenta con un sistema de selección y de clasificación de la basura que permite separar los diferentes residuos y materiales, lo que significa que es posible tanto desagregar el plástico del vidrio, como también, dentro de todos los plásticos que llegan a la planta, ordenarlos por tipologías, terminando de pulir el trabajo que ya previamente se ha hecho en los hogares.

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“Los productos reciclados son de mala calidad”

Esta leyenda urbana carece de total fundamento, al menos en el caso del plástico, ya que los productos que se obtienen a través del reciclaje cuentan con las máximas certificaciones oficiales y, además, tienen un sinfín de utilidades para industrias de todo tipo. Dentro de los plásticos reciclados, el material más demandado es el PET, gracias a sus propiedades únicas, entre las que se encuentran: su resistencia a la abrasión y ante posibles roturas, su ligereza y flexibilidad, la consistencia química y térmica que soporta, que evita que agentes externos perjudiquen el sabor o estropeen la comida, que es fácilmente limpiable y que, gracias a su transparencia, permite ver qué productos se alojan en el interior de un envase.

Los productos reciclados elaborados con PET gozan de las máximas certificaciones y tienen unas propiedades únicas

En este sentido, cabe destacar la labor continua de mejora en la innovación y en la seguridad de los procedimientos de reciclaje que hacen compañías como REPETCO. La empresa ha sido capaz de desarrollar un sistema patentado propio, respetuoso con la naturaleza, a través de envases de PET/PE multicapa alimentarios. Por medio de un proceso único, se generan rPET pellets y rPET que pueden ser utilizados de nuevo en la industria alimentaria con bandejas y envases de láminas multicapa de PET/PE; en botellas para refrescos o detergentes; y en fibras para la industria textil y del automóvil.

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“Solo es posible reciclar el plástico una vez”

El PET permite un elevado número de reutilizaciones sin perder sus propiedades. Esto garantiza un suministro constante para las industrias que apuesten por él, así como, por supuesto, una mayor sostenibilidad y compromiso con la sociedad y el medioambiente. Además, si al final un envase multicapa de PET ya no puede reciclarse al haberse degradado por cualquier motivo, siempre queda la opción del reciclaje energético como última etapa, de manera que, aunque no se pueda volver a introducir en el ciclo productivo, se elimina a la vez que presta un último servicio en forma de recurso energético a alguna industria.